La administración del Presidente Joe Biden incautó sitios web operados por el Kremlin y acusó a dos empleados de medios estatales rusos en su mayor esfuerzo hasta la fecha para frenar los intentos de Rusia de difundir desinformación antes de las elecciones presidenciales de noviembre. Las medidas incluyen acusaciones, sanciones y restricciones de visas, buscando interrumpir una amenaza persistente de Rusia que podría sembrar discordia entre los votantes. Según el Departamento de Justicia, dos empleados de RT financiaron con casi $10 millones a una empresa en Tennessee para crear videos en redes sociales con mensajes a favor del gobierno ruso, acumulando más de 16 millones de vistas en YouTube.