Kimberly Cheatle, jefa del Servicio Secreto estadounidense, renunció este martes tras admitir fallas durante el atentado contra Donald Trump el 13 de julio. Cheatle, quien consideró el incidente como un “grave fallo operativo”, enfrentó presiones del Congreso para dimitir, aunque inicialmente se había negado. La renuncia llega después de su comparecencia ante legisladores de ambos partidos, quienes criticaron su liderazgo. Durante sus tres décadas en el Servicio Secreto, Cheatle supervisó a 8.000 agentes y trabajó protegiendo a líderes como Joe Biden. La renuncia fue anunciada en un correo a su personal, destacando su orgullo por la respuesta del equipo tras el ataque.

July 11, 2025/
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