Si te encuentras con agentes de ICE, es importante que mantengas la calma. No corras, no grites ni hagas movimientos bruscos que puedan interpretarse como una amenaza. Mantén las manos a la vista para evitar malentendidos. Recuerda que ponerte nervioso o actuar de forma impulsiva puede empeorar la situación. Respira profundo, escucha con atención y responde con serenidad si decides hablar. Tu actitud tranquila te ayudará a pensar con claridad y tomar mejores decisiones en ese momento.