Un proyecto de ley en Iowa está generando ansiedad entre las comunidades de inmigrantes al permitir al estado arrestar y deportar a algunos inmigrantes. La legislación, que se espera sea firmada por la gobernadora republicana Kim Reynolds, convertirá en delito estatal que una persona esté en Iowa si previamente se le ha negado la entrada o se le ha expulsado de Estados Unidos. Esto refleja una parte de una ley de Texas actualmente bloqueada en los tribunales.
En Iowa, grupos comunitarios latinos e inmigrantes están organizando reuniones y materiales informativos para abordar las preocupaciones de la gente. Se solicitan declaraciones oficiales a las agencias policiales locales y se organizan reuniones cara a cara para proporcionar respuestas y apoyo.
El proyecto de ley ha generado preguntas sobre seguridad y estatus migratorio. La confianza entre las autoridades locales y las comunidades de inmigrantes podría verse afectada. Mientras tanto, el jefe de policía de Des Moines enfatizó que el estatus migratorio no es un factor en el trabajo del departamento para mantener la seguridad de la comunidad.
A nivel nacional, líderes republicanos argumentan que cada estado es un estado fronterizo y acusan al presidente Biden de descuidar la aplicación de la ley federal de inmigración. Este clima político ha llevado a propuestas de leyes estatales más estrictas sobre inmigración.
El proyecto de ley de Iowa enfrenta desafíos de implementación similares a los de la ley de Texas, incluidas preguntas sobre cómo se determinaría el estatus migratorio de una persona y cómo se llevarían a cabo las deportaciones.
Mientras tanto, la comunidad inmigrante de Iowa se une para luchar contra la criminalización y abogar por sus derechos. Grupos como Escucha Mi Voz están trabajando para enviar un mensaje de que la inmigración es una cuestión humana y esencial para la economía del estado.