Activistas han lanzado un llamado para este lunes 3 de febrero: un “Día sin Inmigrantes”, con la consigna de no comprar, no trabajar y no asistir a la escuela. La protesta busca demostrar el impacto económico de los inmigrantes en EE.UU., en respuesta a la ola de arrestos y deportaciones impulsada por la administración de Donald Trump.
El movimiento comenzó con una publicación en Instagram del hondureño Osman Milla, residente de Washington D.C., y rápidamente se viralizó en estados como Illinois, Texas, Georgia y California. Organizaciones como Latinos Unidos Siempre y Casa San José apoyan la iniciativa, subrayando la importancia de la comunidad inmigrante para la economía del país.
Según el Departamento de Trabajo, el 42 % de los trabajadores agrícolas entre 2020 y 2022 eran indocumentados, un sector vital que enfrenta incertidumbre por las políticas migratorias. Además, la producción económica de los latinos alcanzó los 3.7 billones de dólares en 2022, según un informe de UCLA.
Activistas como Roxana Damas y Flor Martínez, con amplia presencia en redes sociales, destacan que el objetivo es visibilizar el aporte de los inmigrantes y exigir un trato digno. “El futuro está en nuestras manos”, afirman.